El potrillo del stud Garabo dominó a la altura de los 500 y a partir de allí mantuvo a raya a Vos Querés y a Una Arrabalera, que quedaron a un cuerpo y medio y cuatro cuerpos del vencedor al cruzar el disco del Clásico Congreve (L).

Foto: Ariel Fitzsimons

Exactamente 10 días después de haber salido de perdedor en el Especial Iniciación en el Hipódromo de La Plata, el potrillo Le Cornette (Emmanuel) recorrió los 68 kilómetros que separan su box en el stud de Isidoro San Millán en la Ciudad de las Diagonales hasta el Hipódromo de San Isidro, y justificó plenamente ese traslado. Lo hizo al hacer suyo el Clásico Congreve (L), primera de las tres emociones de jerarquía que organizó para este viernes el escenario norteño en una jornada en la cual el calor no dio tregua y, además, fue el primer cotejo jerárquico de la temporada para los productos nacidos en 2019.

En aquella victoria el representante de Garabo había sorprendido por su fenomenal pique, ese que le había permitido soltar con varios cuerpos de ventaja y ganar por una diferencia aún más holgada al cruzar la meta. Esa predisposición para asumir el liderazgo, imaginaban su entorno y seguidores, le sería de gran ayuda en su primera salida sobre el suelo vegetal sanisidrense. Pero esta vez se topó con un rival más ligero, Monteviejo (Portal del Alto), que había ganado debutando a nivel local con claridad, de banda a banda y en tiempo récord. Y al menos durante la primera mitad del recorrido el de Cuatro Zetas hizo gala de esa velocidad inicial.

Claro que al pisar el palo de los 500, William Pereyra aceleró con Le Cornette, dominó enseguida desalojando al líder y se encomendó a su segunda conquista de jerarquía. Descontaron con fuerza en los metros finales Vos Querés (Full Mast) y Una Arrabalera (Cima The Triomphe), pero jamás lograron inquietar al ejemplar presentado por Hugo Azcurra, que tuvo todo el tiempo controlados a sus rivales bien afirmado en las riendas por Pereyra.

Por un cuerpo y medio, el criado por el haras La Generación frenó al potrillo de Muñeca Brava, en tanto que la potranca de Tinta Roja completó el podio a dos cuerpos y medio del escolta. El tiempo final de la carrera según el reloj Longines fue de 56s20/100.

"Estamos muy contentos con la victoria del potrillo y en verdad es una victoria que esperábamos. Isidoro, que es el número 1, decidió anotarlo en este clásico y como de costumbre no se equivocó", declaró Gonzalo Giménez, uno de los integrantes del equipo de Garabo.